Motores eléctricos son dispositivos que convierten la energía eléctrica en energía mecánica. Vienen en varias formas y se utilizan para una variedad de aplicaciones. La velocidad de salida y el par de diferentes tipos de motores son diferentes y depende de su construcción.
Los motores pueden ser impulsados por suministros de corriente de corriente o corriente alterna. También se pueden usar en un sistema de energía trifásico. Algunas aplicaciones para motores incluyen bombas, ventiladores, aire acondicionado, sistemas de puertas de garaje y más.
Los motores eléctricos se basan en la ley de inducción, un principio científico que establece que cuando una corriente eléctrica fluye a través de un cable, se crea un campo magnético que ejerce una fuerza sobre el cable. Este efecto depende de la magnitud del campo magnético y el número de electrones que fluyen a través del cable.
Un motor eléctrico tiene dos componentes principales: el rotor y el estator. Estas dos partes están conectadas entre sí por un conmutador. Cuando el rotor gira, el conmutador revierte periódicamente la dirección de la corriente en los devanados del rotor.
El rotor rodea el eje del motor y generalmente está hecho de barras de metal. Sus conductores están envueltos en bobinas. A medida que el rotor gira, el voltaje inducido aumenta y el par mecánico aumenta, lo que aumenta la velocidad de rotación del rotor.
El factor de potencia de un motor eléctrico es la relación de la corriente en el rotor hasta el voltaje inducido por el campo magnético giratorio. Esta relación es una función de la resistencia del conductor del rotor y el voltaje inducido.